He explorado la terapia de Constelaciones en diversas ocasiones con distintos terapeutas y con distintas variantes de metodología; en cada ocasión me he percatado que el nivel de conciencia determina en gran medida, como en todos los renglones terapéuticos, que “te caiga el veinte” o no.
Cuando te abres a recibir y a explorar, e independientemente de la capacidad y experiencia del terapeuta, la misma, funciona, y desencadena una serie de movimientos dinámicos en tu percepción de tus relaciones vinculares, desde el fuera, pero, sobre todo, desde el adentro.
Sin embargo, no voy a ahondar en las honduras del método creado por Hellinger, si no en la analogía que tiene con el tema Astrológico, desde mi humilde experiencia.
En Astrología las casas de Agua (que rigen materias propias de este elemento) son la 4, la 8 y la 12: Cáncer, Escorpio, Piscis, -en ese orden-, y versan sobre el hogar de origen, las raíces psicológicas, la patria, el linaje, el resguardo, la madre: Casa 4; los procesos de transformación, la muerte, la resurrección, el sexo y la fusión en el amado, las herencias, los valores y bienes compartidos y generados con un Otro (vinculo que surgió previamente en la casa 7), la consejería terapéutica, la Astrología, el esoterismo, lo oculto, el Hades, el subconsciente (Casa 8); y la disolución cósmica, los hospitales, el exilio, el destierro, la locura, la marginación, el linaje humano, nuestra gestación en el vientre materno, nuestro nacimiento y en última instancia, el resumidero de toda la carta zodiacal (Casa 12)…
El mundo emocional y parapsicológico completo se encuentra resumido en su totalidad en estas tres casas: lo que ocurre aquí afecta en definitiva la percepción y la absorción que sobre el mundo y todo lo que lo habita, deriva luego en las creencias y la cultura de los pueblos, en las religiones que seguiremos, las filosofías, las relaciones sociales y familiares que sostendremos y el carácter con el cual nos zambulliremos en el gran flujo de la vida (otra alegoría de Agua…)
Es por tanto de suma importancia echarle un ojo a estos temas de trascendental importancia y gobierno. Si bien, para una inmensa mayoría estos estudios resultaren complejos, es menester asistirse y dirigir, en mayor o menor medida, la responsabilidad que, de la propia existencia de los temas enumerados, deriva: hacerse sordo, ciego y tartamudo no sirve de nada… lo Sistémico no reconocido y tratado nos inunda y acabará por ahogarnos.
Cabe aclara que la Astrología y los Sistemas Florales reconocen y han descrito estos temas con las herramientas propias a su especialidad… lo Sistémico no es de uso exclusivo de las “Constelaciones Familiares” como se le conoce mayormente a la propuesta de Bert Hellinger. No es un descubrimiento/territorio patentado para el uso de la propuesta alemana: es una materia descrita -de modo general y quizá muy básico- desde los primeros tratados astrológicos y que actualmente tiene su propia traducción en el lenguaje floral y su correcto diagnóstico con base en el mapa natal.
Y, como en la vida no existen casualidades sino causalidades, debido a mi interés en los temas de orden psíquico/emocional ¡Casi todos mis consultantes tienen temas de casa 12 o vinculaciones poderosas por aspecto entre casas, planetas y arquetipos acuosos...!
El elemento clave querido lector es mirar y mirarse en ello. Mucho más en la mirada que en lo mirado. Reconocerse. Honrarse en las elecciones. Saber de las herencias que se portan y que se han sostenido a duro pago. Saber que, cuando una de estas pesa demasiado ha tocado el timbre de llamada a soltarla; que corresponde agradecer pero también soltar… que corresponde luego continuar el camino que elegimos recorrer.
Finalmente, como dice una de las máximas sistémicas que más me resuena: honrar a los ancestros es vivir una vida más plena, más próspera, más libre y más consciente que la que recibiste al nacer.
Te deseo un feliz viaje y una feliz vida en libertad, en RECONOCIMIENTO DEL QUE VERDAERAMENTE… ERES.
Comments