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Foto del escritorGabriela Sáenz

Ser coherente en todo lo que hago, es mi principal valor... (parte 2)

Actualizado: 1 ago

¿Cómo unimos religión, astrología y chamanismo?


En mi persona, podría responder yo...!

Mi crisol no solo incluye esos temas -en apariencia irreconciliables- si no que los mezcla... y la receta f u n c i o n a!


Algunas veces cuento cómo creo que se originó este peculiar enfoque... y nos dirigimos a mi infancia, donde al menos dos veranos (de esos de vacaciones largas) yo solía pasar un par de horas, inmersa en la lectura de materiales variados del librero de mis padres. Estos incluían: biografías de santos cristianos y de la Virgen Maria -tópicos de mi madre- y el significado oculto de las pirámides de Egipto, el tercer ojo, como leer tu destino en las lineas de la mano... y similares, todos tópicos de mi padre.


Allí empezó mi fascinación por el esoterismo y la lectura de símbolos, por la observación de los sueños para registrar coincidencias o reincidencias -y descubrir su significado que permanecía oculto en el subconsciente-... allí empezó también el profundo anhelo de unión con el Misterio (Dios) de mi alma desencadenado por esas otras lecturas, donde abundaban la confianza y la simpleza de corazón comunes en esos personajes de los santos (tan cercanas y humanas), que habían conseguido entregar su vida al servicio desinteresado, dejando todo atrás... (en ese momento, mi cerebro de niña no alcanzaba a descifrar el camino de purificación de alma que habían transitado previamente).


En mi corazón la fusión entre ambos materiales fue natural y espontánea, tanto como la figura de mis padres era funcional en mi rutina del día a día y conmigo iban y venían entre el colegio, la casa y la compra. Conmigo iban y venían creando nuevos horizontes de posibilidades de desarrollo y de exploración espiritual; sumando, -también de modo natural-, nuevas lecturas y estudios de los que nunca tuve que cuestionarme su cohesión.

No imaginé entonces el arduo camino de integración que tendría que justificar luego, ante personas bien intencionadas ò sacerdotes, que no tuvieron la misma suerte que yo, de haber integrado esas "diferencias" en la etapa en que la mente racional no es del todo dominante ni dura. Entre tanto, de vez en cuando me hacìan dudar... y por un tiempo cesè de estudiar los temas esòtericos por si acaso y no hacer "ruido al chicharròn".


Pero aquello no iba a ser sostenible indefinidamente... mi ideologìa personal ya habìa sido constituìda y si fuese de modo diferente, ahora ya no importaba. Cuando, hace pocos años, terminé de escribir mi más reciente libro "Dios y yo", comprendí que el objetivo de la escritura de ese volumen fue únicamente tranquilizar mi conciencia inquieta al respecto... en el libro "Dios y yo" narraba como descubrí mi vocación hacia El: según la misma enseñanza religiosa y catequética recibida, El podrìa haber prevenido se me "contaminase" siendo tan inocente y jovencita por lecturas no adecuadas... y empece a sospechar un deliberado propósito en todo ello, pues ninguno de mis hermanas había desarrollado la afición por la lectura y mis hermanos eran bastante menores como para pasar esa prueba de "iniciación"... ¿Què significaba aquello?

Con posteriores estudios en Astrología, aclare que en mi mapa celeste natal se encuentra esta misma configuración, híbrida y compuesta, y que más bien habría creado las condiciones para que se generasen esos episodios de mi infancia.

Además, ¡me había sido mostrado!

A los 22 años tuve, por un breve momento, el privilegio de experimentar en carne propia la "Sabiduría universal"... en el cual todo concepto y vivencia conectaba en un único circuito universal, perfectamente sostenible, en un mismo tejido: ¡no había posibilidad de errar...!

-A pesar de que ocurrió hace tantos años, aun conservo intacto el recuerdo de la profunda alegría que la experiencia me genero, marcando mi psiquis y mi corazón para siempre:

Dios era r e a l y en el cabíamos todos y todo, sin distingo.


Lo demás, supongo, es fácil de deducir para el lector: escuchando mi propia intuición y siempre en comunicación con mi interioridad, me fui aventurando a expandir mis propios límites.





¿Cómo unimos el oficio previo de galerista y de networker actual?


Cerré mi galería en el año 2021, pasada la pandemia y decidí retomar mis faceta de estudios, ya que tenía varias asignaturas que deseaba explorar... fue también natural el proceso de profundización que de mi propio misterio me condujo a clarificar las mejores opciones para mi sustentar mi vida y la mejor salud de mi cuerpo... el tema del bienestar también se renovaría y con ello sus fuentes de adquisición.


Me comprometí con la empresa austriaca Ringana, luego de estudiar su ética de valores de sustentabilidad y de productos frescos -que no dañan el cuerpo ni el planeta- , así como después de experimentar sus beneficios directamente, antes de recomendarlos.





En mi corazón solo vibra un propósito unánime: extender a cada individuo la experiencia libertadora de saber que estamos conectados a una única fuente original, que es Dios, y que, cabe citar, es destino y sostén de todo.

Para ello me sirvo de mùltiples herramientas.

Diversas.

Contradictorias, -a veces-, porque en el camino también descubrí que Dios mismo es paradójico: no hay forma de leer la mente de Dios, mucho menos, de entender su grandeza...









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